Mi nombre es Andrea Sofía Hernández, soy estudiante del Año de Fundamentos en Xi’an China, estudio en la Universidad Politécnica de Northwestern, llevo ya 5 meses viviendo en China y no habría podido tomar mejor decisión.
Hemos terminado ya el primer semestre de nuestro año de fundamentos y es impresionante ver el progreso que hemos tenido y cuánto he aprendido junto con mis compañeros, no solamente con los mexicanos, sino también con amigos de Rusia, Uzbekistán, Estados Unidos, Kazajistán, Francia etc. No solo hemos crecido en el aspecto académico, sino también en el aspecto social, cultural y personal.
La universidad tiene un nivel de educación muy alto, y aunque el curso sí es intensivo, los maestros siempre están dispuestos a ayudarte en todos los aspectos, desde acompañarte al doctor, hasta explicarte un tema a través de WeChat y una de las ventajas de vivir en el campus, es el poder practicar y mejorar tu Mandarín día a día. Además, la universidad se encarga de ofrecer actividades para que te involucres en el ambiente escolar, algunos ejemplos fueron el viaje que tuvimos al Monte Tayun, y la competencia deportiva que tuvimos con los demás estudiantes extranjeros.
No te sorprendas al escuchar un “¿te transfiero dinero?”, ya que uno de los cambios que más he notado entre México y China, es como se han acostumbrado ya a pagar todos sus servicios, y hacer todas sus compras con dinero electrónico, esto solamente escaneando códigos QR. Es por eso que algunas veces tus amigos te pueden prestar dinero y con una simple transferencia pueden estar a mano.
Como la comida mexicana no hay dos, sin embargo, la comida china también es muy rica, el vivir en el campus hace muy fácil conseguir comida a cualquier hora, y tienen una gran variedad, desde platos de arroz, hasta fideos, dumplings, pollo, huevo, entre otros.
Al ser una estudiante que ya tenía estudios previos del idioma, creo que una de las experiencias que más me han marcado hasta ahora ha sido el acompañar a la mayoría de mis compañeros al doctor al principio sin embargo, con todo lo que han aprendido, cada día requieren menos de una ayuda.
Un consejo: atrévanse a salir de su zona de confort, atrévanse a ver el mundo con otros ojos, intenten cosas nuevas. El futuro esta en nosotros, atrévanse a ser el cambio en nuestro país.
Andrea Hernández Segoviano
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