Sabía de la fama de “Bésame mucho” como canción mexicana reconocida alrededor
del mundo, pero nunca de “Cachito mío”… Me encuentro en Shanghai frente a mi
computador buscando inspiración para escribir este blog, cuando de repente escucho
de fondo “Cachito, cachito, cachito mío, pedazo de cielo que Dios me dió…”, canción
de la autoría de Consuelito Velázquez, compositora mexicana nacida en Jalisco, de ahí
donde vieron nacer al tequila… un grata sorpresa para mí estando tan lejos de casa.
Y aquí es donde sucumbió la inspiración para compartirles algo que desde hace tiempo
tenía en mente, hablar sobre el tequila como una parte de nuestra cultura que, dicho
por algunos, no es parte de ella.
Así es, el tequila no es parte de nuestra cultura, es una cultura en sí misma. En
palabras del Dr. Alberto Ruiz Sánchez, “La cultura mexicana es, entre otras cosas, las
cosas que hacemos diferentes a otros y cómo las hacemos… y una de las cosas
distintas que hacemos en México es el Tequila”.
Por ello, es que el llamado antiguamente “Vino de mezcal” se ha convertido en un
regalo de México para el mundo, y uno de los iconos en el top 10 de símbolos que
cualquier extranjero podría identificar como mexicano. En fin, este regalo que nos dio la
naturaleza para compartirlo con el mundo, es hoy en día un estandarte que refleja el
trabajo del campo, la belleza de la naturaleza y es símbolo de toda una nación.
Las tierras jaliscienses han destacado por el gran impulso que han dado a la industria
tequilera en México, sin embargo, desde hace algunos años, Guanajuato también ha
destacado por la producción de tequila de alta calidad, mismo que ha tenido gran
aceptación en diferentes países.
Según datos recientes, la presencia de tequila en China ha incrementado en promedio
un 20% en el último año, lo que significa, por ende, que el posicionamiento de México
también ha crecido en este país. Con 18 empresas que lo exportan y más de 30
marcas en el mercado, el tequila se concentrada principalmente, en 3 de sus ciudades
más importantes: Shanghai, Beijing y Guangzhou. No obstante, éstas ciudades solo
representan una parte de la extensión territorial del dragón asiático, lo que quiere decir
que la oportunidad de seguir incrementando la presencia de México en este país, a
través del tequila, sigue siendo enorme.
Por su parte Shanghai, capital financiera de China, es una de las ciudades con mayor
concentración de extranjeros residentes (por considerarse a ésta como una de las
ciudades más habitables del mundo) y ha sido blanco de las exportaciones de varias
marcas de tequila. Esto parece tener mucho sentido, ya que las comunidades
extranjeras tienen un peculiar entusiasmo por el consumo de nuestra bebida nacional
por excelencia. Desde luego, también ha influido, la gran afluencia de visitantes y
turistas que llegan a la ciudad en búsqueda de experiencias gastronómicas que los
remonten a la cultura de las diferentes nacionalidades que alberga esta gran urbe
cosmopolita.
De la misma manera sucede con los viajeros que visitan México con motivo de conocer
mucho más acerca de este licor, considerado por algunos, como “bebida de los dioses”.
Pero ya tendremos oportunidad de hablar de eso con más detalle en alguna otra
oportunidad.
Es así como el tequila seguirá siendo un digno embajador de México en el mundo, cuya
producción tiene origen en algunas zonas privilegiadas de nuestro país donde el agave
“tequilana weber"; variedad azul crece en óptimas condiciones, pero sin temor a
equivocarme, es motivo de orgullo de norte a sur y de este a oeste. Por ello es que
hablar del tequila en China es hablar de nuestras raíces desde el corazón.
David Ayala
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